PRIMERO ENCUENTRO INTERCONTINENTAL CONTRA EL NEOLIBERALISMO Y POR LA HUMANIDAD Mesa Politica B- Formas de resistancia Ponencia: LA FALSA ALTERNATIVA NEO-SOCIALDEMOCRATA Por Louise Boivin y Marc-Andre Houle (Québec, Canada) Entre los actores de la sociedad civil quebequense que buscan alternativas al neoliberalismo, se encuentran intelectuales y líderes de sindicatos, organismos comunitarios y grupos de mujeres que previlegian un modelo neo-socialdemócrata (NSD). Este modelo se basa en una gestión política concertada, que busca el consenso con el Estado y el sector empresarial, así como también la "comunitarización" de una parte de los servicios públicos y programas sociales. Queremos compartir con ustedes un breve análisis de la versión quebequense del modelo neo-socialdemócrata (que tiene versiones tambien en otras partes del mundo) para identificar sus trampas y entrever vías de lucha contra el neoliberalismo, diferentes a esta herramienta de gobernabilidad del capitalismo. El juego de la concertación ¿En qué consiste el proyecto neo-socialdemócrata que implica la transformación de los movimientos sociales y un nuevo pacto social con el Estado? Primero, sus discípulos promueven la participación en los foros de concertación, diciendo que hay que "contagiar" al Estado y a las grandes empresas con ideas progesistas. Pero, al contrario, el contagio afecta en mayor medida a los líderes sociales y su presencia en la gran mesa legitima políticas neoliberales, en las cuales no tienen ningún poder de decisión. ¡Por supuesto, los representantes de la sociedad civil en la concertación, encuentran ventajas individuales: tienen más visibilidad, prestigio y más credibilidad ante los medios de comunicación y el gobierno! Gestionar la pobreza sin erradicarla La corriente neo-socialdemócrata critica al "Estado de bienestar", su burocratización, que existe innegablemente. Pero no propone su democratización sino tan sólo su reducción, como los neoliberales. Por ejemplo, critica al Estado por la exclusión que generó, al mantener a los desempleados bajo la asistencia gubernamental, mermando el ejercicio de su ciudadanía. Esta corriente pide al Estado "medidas activas" para "integrar" a los "asistidos sociales" que, en efecto, constituyen trabajo obligatorio (workfare) en organismos comunitarios, a cambio de un mínimo cheque de asistencia social del Estado. En su mayoría, son jóvenes, inmigrantes y mujeres (quienes sufren más el desempleo) y que forman esta mano de obra barata que ejecuta trabajo obligatorio de "utilidad social". La "Neocorriente" reivindica el reconocimiento de la "economía social y solidaria", redefiniendo los organismos comunitarios en términos económicos para que obtengan más financamiento del Estado y ejecuten (a bajo costo) servicios públicos cortados por el gobierno. Dicen que es preferible la "comunitarización" a la privatización. Con este punto de vista, ya no luchan contra las politicas neoliberales de recortes de programas sociales y de empleos del sector público. ¡Invierten su tiempo y su energía, en nombre de la lucha contra la pobreza, para promover el desarollo del sector comunitario como respuesta a la crisis del Estado! La neo-socialdemocracia para "humanizar el neoliberalismo" ¡Cuál es el efecto del pantano neo-socialdemócrata? Cuando los neo-socialdemócratas promueven la descentralización y la "participación" de las comunidades y de sus organizaciones en el desarollo local (el FMI y el Banco Mundial dicen lo mismo) y la "comunitarización" del Estado, justifican el retiro del Estado y la disminución del gasto social. De hecho, la "comunitarizacion" es solamente el primer paso hacia la privatización, pues permite una "desestatizacion" más sutil de programas y de derechos sociales (adquiridos por luchas populares de muchos años) como el derecho a la asistencia social, el derecho a la salud, a la educación, etc... Las grandes empresas están felices; pueden seguir pagando menos impuestos, explotar trabajadores con menos derechos y ganar más dinero. Segun los neo-socialdemócratas, ya no se necesita el largo trabajo de concientización y de mobilización, así como la constitución de frentes populares de luchas. No son necesarios para suscitar el interés del gobierno, y tal vez resultan hasta contraproducentes. La autonomía, los espacios democráticos y de debate dentro de los organismos comunitarios y de los sindicatos adherentes, se reducen proporcionalmente. Para resumir, podemos decir que los neo-socialdemócratas no se oponen al capitalismo, creen que puede reformársele y su acción ayuda la governabilidad, eliminando la perspectiva de cambios radicales. Diferir de neo-socialdemocratas y neoliberales La práctica de los neo-socialdemócratas, sumada a la de la vieja izquierda centralista, nos permite por lo menos identificar algunos elementos de lucha contra el neoliberalimo y el capitalismo, que pueden abrir perspectivas. ¡Ojalá que podamos conocer e intercambiar acerca de esto con gente y grupos de varias partes del mundo! 1- Al corto plazo, tener objectivos de lucha ligados a la defensa y a la ampliación de los derechos sociales (educación, salud, vivienda, justicia, etc). Las reformas "revolucionarias" pueden ser objetivos que amenazan al neoliberalismo y al capitalismo. Por ejemplo: la lucha por el "Ingreso mínimo garantizado" incluida en las propuestas del Encuentro continental europeo contra el neoliberalismo. Tenemos que hablar "del comienzo del fin de la sociedad del trabajo; el incremento de productividad debe permitir a todos trabajar menos". 2- Oponernos a la noción de vanguardia en la lucha y a la estrategia de construcción del partido único. Así como también desarrollar praticas de democracia directa en la organización de nuestras luchas (como los Zapatistas) y mantener el mínimo de dirección; 3- Desarollar prácticas de luchas autónomas del Estado y de los espacios de concertación (estado-grandes empresarios). Louise Boivin e-mail: [email protected]